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viernes, 8 de diciembre de 2017

LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA, SOLEMNIDAD, 8 DICIEMBRE


La Inmaculada Concepción
8 de diciembre 


Cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra el dogma de fe que nos revela que, por la gracia de Dios, la Virgen María fue preservada del pecado desde el momento de su concepción, es decir desde el instante en que María comenzó la vida humana.

El 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX proclamó este dogma:

"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."

(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)

María es la "llena de gracia", del griego "kecharitomene" que significa una particular abundancia de gracia, es un estado sobrenatural en el que el alma está unida con el mismo Dios. María como la Mujer esperada en el Protoevangelio (Gn. 3, 15) se mantiene en enemistad con la serpiente porque es llena de gracia.

Las devociones a la Inmaculada Virgen María son numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de Asís y San Agustín. Además la devoción a la Concepción Inmaculada de María fue llevada a toda la Iglesia de Occidente por el Papa Sixto IV, en 1483.

El camino para la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de María fue trazado por el franciscano Duns Scotto. Se dice que al encontrarse frente a una estatua de la Virgen María hizo esta petición: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).

Y luego el franciscano hizo estos cuestionamientos:

1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? 
Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.

2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original?
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.

3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? 
Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.

Entonces Scotto exclamó:

Luego

1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.

2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha

3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.

La Virgen María es Inmaculada gracias a Cristo su hijo, puesto que Él iba a nacer de su seno es que Dios la hizo Inmaculada para que tenga un vientre puro donde encarnarse. Ahí se demuestra cómo Jesús es Salvador en la guarda de Dios con María y la omnipotencia del Padre se revela como la causa de este don. Así, María nunca se inclinó ante las concupiscencias y su grandeza demuestra que como ser humano era libre pero nunca ofendió a Dios y así no perdió la enorme gracia que Él le otorgó.



La Inmaculada Virgen María nos muestra la necesidad de tener un corazón puro para que el Señor Jesús pueda vivir en nuestro interior y de ahí naciese la Salvación. Y consagrarnos a ella nos lleva a que nuestra plegaria sea el medio por el cual se nos revele Jesucristo plenamente y nos lleve al camino por el cual seremos colmados por el Espíritu Santo.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

SAN NICOLÁS DE BARI, 6 DICIEMBRE


Biografía de San Nicolás de Bari
6 diciembre




Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños. De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y otros grandes santos, pero su biografía fue escrita por el Arzobispo de Constantinopla, San Metodio.

Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Unos de sus tíos era obispo y fue éste quien lo consagró como sacerdote, pero al quedar huérfano, el santo repartió todas sus riquezas entre los pobres e ingresó a un monasterio.

Según la tradición, en la ciudad de Mira, en Turquía, los obispos y sacerdotes se encontraban en el templo reunidos para la elección del nuevo obispo, ya que el anterior había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento sin saber lo que ocurría, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Fue muy querido por la cantidad de milagros que concedió a los fieles.

En la época del Licino, quien decretó una persecución contra los cristianos, Nicolás fue encarcelado y azotado. Con Constantino fueron liberados él y los demás prisioneros cristianos. Se dice que el santo logró impedir que los herejes arrianos entrasen a la ciudad de Mira.

El santo murió el 6 de diciembre del año 345. En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia.

En esta ciudad se obtuvieron tan admirables milagros por su intercesión, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.

lunes, 4 de diciembre de 2017

SANTA BARBARA, MÁRTIR, 4 DICIEMBRE


Hoy 4 diciembre es la fiesta de Santa Bárbara, virgen y mártir



 Según una antigua tradición Santa Bárbara fue una joven conversa de los primeros siglos que fue encerrada por su padre pagano en su castillo para forzarla a la apostasía. Al no conseguirlo, permitió que la martirizaran cortándole la cabeza con una espada y él mismo murió fulminado por un rayo.

Nació en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, a principios del siglo III.

No existen referencias a Santa Bárbara contenidas en las primeras autoridades de la Iglesia ni en el martirologio de San Jerónimo. No obstante, la veneración a esta santa era común desde el siglo VII.

Alrededor de esta fecha existieron las legendarias actas de su martirio, los cuales fueron incluidos en la colección de Simón Metafraste, uno de los más renombrados hagiógrafos bizantinos.

Se le representa con manto rojo, cáliz de la sangre de Cristo, rama de olivo, corona y espada, todos ellos símbolo del martirio.

La leyenda de que su padre fue fulminado por un rayo causó, probablemente, que fuera considerada por la gente común como la santa patrona en tiempos de peligro por las tormentas eléctricas y el fuego, y luego, por analogía, como la protectora de los artilleros y los mineros.

También se le invoca como intercesora para asegurar el recibimiento la confesión y le Eucaristía en la hora de la muerte.


Santa Barbara, Mártir
4 de Diciembre


Según una antigua tradición, Santa Bárbara era hija de un hombre muy rudo llamado Dióscoro. Como ella no quería creer en los ídolos paganos de su padre, éste la encerró en un castillo, al cual le había mandado colocar dos ventanas, pero la santa mandó a los obreros a que añadieran una tercera ventana para acordarse de las Tres Divinas personas que conforman la Santísima Trinidad. Sin embargo, este acto enfureció más a su incrédulo padre, quien permitió que la martirizaran cortándole la cabeza con una espada.

De esta manera, Santa Bárbara es representada con una espada, una palma (señal de que obtuvo la palma del martirio) y con una corona porque se ganó el reino de los cielos. La misma tradición señala además, que cuando Dióscoro bajaba del monte donde habían matado a su hija, le cayó un rayo y lo mató, y es por este hecho, que muchas personas rezan a la santa para pedir su intersección y verse libre de los rayos de las tormentas. En su sepulcro se obraron muchos milagros.




miércoles, 29 de noviembre de 2017

SAN GREGORIO, TAUMATURGO, 29 NOVIEMBRE


Hoy 29 de noviembre es la fiesta de San Gregorio, Taumaturgo
Por Diego López Marina





 (ACI).- San Gregorio Taumaturgo fue uno de los Padres de la Iglesia cuyos escritos, a pesar de ser pocos, ayudaron grandemente a la formación de la doctrina católica.

"Taumaturgo" se le dice a aquella persona que hace muchos milagros y, según indica la tradición popular, no se había visto a un hombre conseguir tantos milagros como los que obtuvo San Gregorio desde tiempos de Moisés.

Nació en Neocesarea en el Ponto, hoy territorio de Turquía, alrededor del año 213. En su juventud planeó trasladarse a Beritos, en Fenicia, para asistir a la escuela de Derecho, pero a pedido de su hermana, cuyo marido había sido nombrado gobernador de Palestina, se trasladó a Cesárea de Palestina.

Al llegar conoció a Orígenes, el sabio más grande de su tiempo y director de la escuela catequética de Alejandría. Desde su primer encuentro, Orígenes se dio cuenta de que Gregorio poseía unas cualidades innatas para el estudio y lo recibió en su famosa escuela.

Gregorio emprendió primero el estudio de filosofía y luego teología, pero su mente continuó inclinada hacia los estudios filosóficos, a tal extremo que ya en su juventud anhelaba fuertemente demostrar que la religión cristiana era la única verdadera y buena filosofía. Por siete años sobrellevó la disciplina mental y moral de Orígenes.

En el año 238, cuando Gregorio terminó sus estudios, elaboró un hermoso discurso de despedida a su maestro, alabando sus métodos para educar.

Al llegar a su tierra natal de Neocesarea del Ponto, fue nombrado obispo a pesar de su corta edad y empezó entonces una cadena incontable de milagros.

Cuando estalló la persecución del emperador romano Decio, en el 250, San Gregorio aconsejó a los cristianos que se escondieran para no ponerse en el peligro de renegar de su fe cristiana por temor a los tormentos.

Se hizo célebre en la historia de la Iglesia por esta frase poco antes de morir entre el 270 y 275: "¿Cuántos infieles quedan aún en la ciudad sin convertirse al cristianismo?" Le respondieron: "Quedan diecisiete", y él exclamó gozoso: "Gracias Señor: ese era el número de cristianos que había en esta ciudad cuando yo llegué a misionar aquí. En ese tiempo no había sino 17 cristianos, y ahora no hay sino 17 paganos".

Tras su fallecimiento el pueblo lo invocaba ante la amenaza de inundaciones y terremotos, debido a que, en vida, con sus oraciones y sacrificios logró detener terribles inundaciones que amenazaban acabar con todos los cultivos y hogares de la ciudad.

Se conservan hasta el día hoy 7 ítems entre libros y cartas, de distinto valor y profundidad teológica de San Gregorio Taumaturgo.

martes, 28 de noviembre de 2017

SANTA CATALINA LABOURÉ, VIDENTE DE LA MEDALLA MILAGROSA, 28 NOVIEMBRE


Santa Catalina Labouré
Vidente de la Medalla Milagrosa
Fiesta: 28 de Noviembre





Catalina nació el 2 de mayo de 1806, en Fain-les-Moutiers, Borgoña ( Francia ) de una familia campesina, en 1806. Al quedar huérfana de madre a los 9 años le encomendó a la Sma. Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. "A Ti he elegido por mi Madre", dijo Catalina a María.

Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.

A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Ella le pedía a Nuestro Señor que le concediera lo que tanto deseaba: ser religiosa. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.

Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dió cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Desde ese día se propuso ser hermana vicentina, y tanto insistió que al fin fue aceptada en la comunidad.

Entró a la vida religiosa con la Hijas de la Caridad el 22 de enero de 1830 y después de tres meses de postulantado, 21 de abril, fue trasladada al noviciado de París, en la Rue du Bac, 140.

Fue destinada al hospicio de Enghien, en la calle de Reuilly de París. Durante cuarenta y cinco años se dedicó a oficios humildes: de la cocina a la ropería, al cuidado del gallinero, lo que le recuerda sus pichones de la granja de la infancia: a la asistencia a los ancianos de la enfermería, al cargo, ya para hermanas inútiles y sin fuerzas, de la portería.

El 27 de noviembre de 1830 estando Santa Catalina rezando en la capilla del convento, la Virgen María se le apareció totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Ella le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen María "M", y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración. 

En 1865 muere el padre Aladel, su confesor y quien cnoce todo de las aparciones y cualquiera puede pensar en la gran pena de la Santa. Sin embargo, durante las exequias alguien pudo observar el rostro radiante de sor Catalina, que presentía el premio que la Virgen otorgaba a su fiel servidor. 

Otro sacerdote le sustituye en su cometido de confesor: la religiosa le informe sobre las apariciones, pero no consigue ser comprendida. 

Sor Catalina habla de tales hechos extraordinarios exclusivamente con su confesor: ni siquiera en los apuntes íntimos de la semana de ejercicios hay referencias a sus visiones. 

Ella vive en el silencio, y hasta tal punto es dueña de sí, que en los cuarenta y seis años de religiosa jamás hizo traición a su secreto, aun después que las novicias de 1830 iban desapareciendo, y se sabe que la testigo de las apariciones aún vive. La someten a preguntas imprevistas para cogerla de sorpresa, y todo en vano. Sor Catalina sigue impasible, desempeñando los vulgares oficios de comunidad con el aire más natural del mundo. 

La virtud del silencio consiste no tanto en sustraerse a la atención de los demás cuanto en insistir ante su confesor con paciencia y sin desmayos, sin que estalle su dolor ante las dilaciones. Ha muerto el padre Aladel y el altar de la capilla sigue sin levantarse, y la religiosa teme que la muerte la impida cumplir toda la misión que se le confiara. 

El confesor que sustituyó al padre Aladel es sustituido por otro. Estamos a principios de junio de 1876, año en que "sabe" la Santa que habrá de morir. Tiene delante pocos meses de vida. Ora con insistencia, y, después de haber pedido consejo a la Virgen, confía su secreto a la superiora de Enghien, la cual con voluntad y decisión consigue que se erija en el altar la estatua que perpetúe el recuerdo de las apariciones. 

La misión ha sido cumplida del todo. Y sor Catalina muere ya rápidamente a los setenta años, el 31 de diciembre de 1876. 

En noviembre de aquel año tuvo el consuelo de hacer los últimos ejercicios en la capilla de la rue de Bac, donde había sentido las confidencias de la Virgen. 

Su muerte fue dulce, después de recibir los santos sacramentos, mientras le rezaban las letanías de la Inmaculada. 

Cuando cincuenta y seis años más tarde el cardenal Verdier abría su sepultura para hacer la recognición oficial de sus reliquias, se halló su cuerpo incorrupto, intactos los bellos ojos azules que habían visto a la Virgen. 

Hoy sus reliquias reposan en la propia capilla de la rue du Bac, en el altar de la Virgen del Globo, por cuya erección tuvo 

El papa Pío XI la beatificó el 28 de mayo de 1933 y Pío XII el 27 de julio de 1947 la canonizó. Su fiesta se celebra el 27 de noviembre. 

lunes, 27 de noviembre de 2017

SAN JACOBO DE PERSIA, MÁRTIR, 27 NOVIEMBRE

Jacobo de Persia, Santo
Mártir, 27 de Noviembre


Por: n/a | Fuente: acoantioquena.com 



Mártir

Martirologio Romano: En Persia, san Jacobo, por sobrenombre "Interciso" (dividido), mártir, que en tiempo del emperador Teodosio el Joven renegó de Cristo por congraciarse con el rey Iasdigerd, pero al ser ásperamente reprendido por su madre y su esposa, se arrepintió e, intrépidamente, confesó ser cristiano ante Varam, hijo y sucesor del soberano de Persia, quien, airado, pronunció contra él sentencia de muerte, ordenando que lo despedazaran miembro a miembro y finalmente decapitaran († 421).
Breve Biografía

El gran mártir Jacobo el Persa (conocido como “el Interciso”) nació en el siglo IV en el seno de una piadosa familia cristiana, conocida por su riqueza y su honorabilidad.

Su esposa era cristiana, ellos juntos formaron a sus niños en la piedad, inspirándolos en el amor por la oración y por la lectura de las Sagradas Escrituras.

Jacobo ocupó una muy importante posición en la corte del emperador persa Izdegerd (399-420) y en la de su sucesor Barakhranes (420-438). Pero en una de las campañas militares, Jacobo, seducido por la beneficencia del emperador, tuvo miedo de negar su fe en Cristo y de tener que ofrecer sacrificios a los ídolos y al emperador.

Sabiendo sobre esto, la madre y la esposa de Jacobo le escribieron una carta, en la que lo llaman a arrepentirse. Cuando recibió la carta, Jacobo se dio cuenta de la gravedad de su pecado. Y enfrentando el horror de ser separado de su familia y de Dios mismo, comenzó a llorar, pidiendo a Dios el perdón.

Los soldados que lo acompañaban, escuchándolo orar al Señor Jesús, contaron esto al emperador. Y habiendo sido interrogado, San Jacobo confesó su fe en el Verdadero Dios. Ninguna cantidad de dinero pudo hacerle cambiar su fe, entonces el Emperador ordenó que fuera muerto.

Comenzaron amputando sus dedos uno por uno, luego sus manos y sus pies, sus brazos y sus piernas. Durante esta prolongada tortura, San Jacobo ofrecía oraciones de agradecimiento al Señor, quien le había permitido la posibilidad de la redención por sus pecados soportando esas torturas.

Por ultimo, el mártir fue decapitado. Los cristianos se unieron alrededor de las piezas de su cuerpo y las enterraron con gran reverencia.

domingo, 26 de noviembre de 2017

SAN JUAN BERCHMANS, EL HERMANO ALEGRE, 26 NOVIEMBRE


Juan Berchmans, Santo
Religioso Jesuita, 13 de agosto


Por: . | Fuente: ACI Prensa 




Religioso

Martirologio Romano: En Roma, san Juan Berchmans, religioso de la Compañía de Jesús, que, amadísimo por todos por su sincera piedad, caridad auténtica y alegría constante, murió alegre después de una breve enfermedad (1621).

San Juan Berchmans nació en Diest, pequeña villa de Flandes, Bélgica, el 1599. Nació el 13 de marzo y murió otro 13, el de agosto. No importa. La superstición no tenía cabida en su vida. Todos los días son regalo de Dios. 

Su padre Juan, curtidor de pieles, y su madre Isabel, eran buenos cristianos. Tuvieron cinco hijos, de los que tres se consagraron al Señor. Murió pronto la madre, y al final el padre se ordenó sacerdote. 

Nuestro santo fue el ángel del hogar, fiel ayudante de su madre. Inició sus estudios en el Seminario de Malinas, luego entró en el Noviciado de los jesuitas de la misma ciudad. Más tarde pasó a Roma. En el Seminario y en el Noviciado se distinguió por su candor, estudio y piedad. 

Su devoción a la Virgen era proverbial. Sentía hacia ella un cariño tierno, profundo, confiado y filial. «Si amo a María, decía, tengo segura mi salvación, perseveraré en la vocación, alcanzaré cuanto quisiere, en una palabra, seré todopoderoso». A ella dedicó su Coronita de las doce estrellas. 

Pululaban por entonces los errores de Bayo, catedrático de Escritura en Lovaina, quien afirmaba que María había sido concebida en pecado. Los teólogos Belarmino y Francisco de Toledo intervienen para esclarecer la verdad. Es curioso notar que el gran teólogo español Juan de Lugo atribuye el movimiento a favor de la Inmaculada a las oraciones de Berchmans. 

El mismo Lugo insiste en que el decreto de 24 de mayo de 1622 se ha conseguido por la influencia sobrenatural de Juan Berchmans. En él se confirman las constituciones de Sixto VI, Alejandro VI, San Pío V y Pablo V. Se manda severamente que nadie, ni de palabra ni por escrito, se atreva a afirmar que la Santísima Virgen María fue concebida en pecado, y se solemniza la fiesta de la Inmaculada. 

En el último año de su vida Juan se había comprometido, firmando con su propia sangre, a «afirmar y defender dondequiera que se encontrase el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María». 

Los santos han practicado en grado heroico todas las virtudes. Pero suelen distinguirse en alguna de ellas. ¿Cuál es la virtud característica de Berchmans?: Él deseaba practicarlas todas por igual. Su obsesión, su locura de santo, era la fidelidad en observar perfectamente sus obligaciones, sin excusas ni escapismos. «La virtud más eminente, es hacer sencillamente, lo que tenemos que hacer», decía Pemán en El Divino Impaciente. 

Aparentemente no había hecho nada, nada llamativo. Pero vivió «apasionado por la gloria de Dios». «Quiere trabajar sin perder la más pequeña parte de su tiempo». Aprovecha las cruces de la vida diaria: «Mi mayor penitencia, la vida común». «Quiero ser santo sin espera alguna». 

Hacía cada cosa en su momento, y sobrenaturalizando la intención. Cuando hay que orar, decía, ora con todo amor. Cuando hay que estudiar, estudia con toda ilusión. Cuando hay que practicar deporte, practícalo con todo entusiasmo. Y siempre con más amor, en cada instante del programa diario, bajo la dulce mirada maternal de la Virgen María. Estudiaba con la mirada puesta en el futuro apostolado, en las almas que se le encomendarían. 

Mi mayor consuelo, decía al morir joven, es no haber quebrantado nunca, en mi vida religiosa, regla alguna ni orden de mis superiores, a sabiendas, y advertidamente, y el no haber cometido nunca un pecado venial. Alto y recio mensaje. 

Es patrono de los que se preparan para el sacerdocio.

Murió el 13 de agosto de 1621. Sus últimas palabras fueron: Jesús, María.

Fue canonizado por el Papa León XIII el 15 de Junio de 1888.

jueves, 23 de noviembre de 2017

SAN COLUMBANO, 23 NOVIEMBRE

Columbano, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de noviembre


Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net 



Abad

Martirologio Romano: San Columbano, abad, irlandés de nacimiento, que por Cristo se hizo peregrino para evangelizar a las gentes de las Galias. Fundó, entre otros muchos, el monasterio de Luxeuil, que él mismo rigió con estricta observancia, y obligado después a exiliarse, atravesó los Alpes y construyó el cenobio de Bobbio, en la Liguria, famoso por su disciplina y estudios, en el cual se durmió en paz, lleno de méritos para con la Iglesia. Su cuerpo recibió sepultura en este día († 615).
Etimológicamente Columbano = “paloma”. Viene de la lengua latina.
Breve Biografía

Nació en Irlanda en el 543. Desde pequeño mostró una clara inclinación para la vida consagrada.

Al salir de Irlanda en compañía del monje y San Galo, recorrió Europa Occidental. Unas veces era rechazado, otras acogido, pero de lo que no cabe duda es que fue el fundador de monasterios y abadías desde las cuales salía un resplandor cultural y religioso dignos de toda loa.

Fueron el foco para culturización y cristianización de la época merovingia. Su estilo de vida fue austero y así se lo exigía a los monjes, pues gracias a ella, encontraron un camino para la santidad al menos trece santos que no es el caso de enumerar.

El monasterio más célebre fue el de Luxeuil, al que confluyeron monjes francos, galos y burgondes. Fue durante dos siglos el centro de vida monástica más importante en todo el Occidente.

En el año 610 tuvo que salir pitando de Francia porque la cruel reina Brunehaut lo perseguía, porque le había echado en cara todos sus vicios y sus crímenes.

Pensaba volver a Irlanda pero se quedó en Nantes. También que tuvo que huir por los Alpes hasta que encontró acogida y refugio en Bobio, al norte de Italia, en la región de la Emilia Romagna, provincia de Piacenza.

Aquí fundó su último monasterio y en él murió en el año 615. La regla monástica original que dio a sus monasterios tuvo una influencia por toda Europa durante más de dos siglos.

Muchos pueblos, regiones y lugares están bajo su patrocinio.

También tuvo dificultades con los obispos franceses. Estos mandan en su diócesis pero no en los monasterios que desde siempre han estado exentos, es decir, no dependen del obispo.

Hubo alguien que lo trató bien. Fue el rey Aguilulfo. Menos mal que los cuatro últimos años de su vida pudo vivir tranquilo.

¡Felicidades a los que lleven este nombre!

SAN CLEMENTE I, PAPA, 23 NOVIEMBRE


Hoy 23 noviembre se conmemora al Papa San Clemente I, impulsor de la paz y la concordia




 (ACI).- “Revistámonos de concordia, manteniéndonos en la humildad y en la continencia, apartándonos de toda murmuración y de toda crítica y manifestando nuestra justicia más por medio de nuestras obras que con nuestras palabras”, escribió el Papa San Clemente I en una Carta a los Corintios, buscando la unión y paz de esta comunidad.

San Clemente I, conocido también como Clemente Romano, fue elegido Pontífice en el año 88 y murió mártir en el 97 cuando fue arrojado al mar con un ancla al cuello.

Tiempo después, San Ireneo, el gran Obispo de Lyon, atestiguó que San Clemente “había visto a los Apóstoles”, “se había encontrado con ellos” y “todavía resonaba en sus tímpanos su predicación, y tenía ante los ojos su tradición”.


Durante su pontificado se restableció la Confirmación según el rito de San Pedro y se empezó a usar en las ceremonias religiosas la palabra “amén”.

Asimismo, intervino en los problemas de la Iglesia de Corinto debido a la desobediencia de algunos fieles hacia los sacerdotes. Así como San Pablo (1ra y 2da Carta a los Corintios del Nuevo Testamento), San Clemente también envió una misiva a este pueblo.

En el mensaje preguntaba: “¿a qué vienen entre vosotros contiendas y riñas, banderías, escisiones y guerras. ¿O es que no tenemos un solo Dios y un solo Cristo y un solo Espíritu de gracia que fue derramado sobre nosotros? ¿No es uno solo nuestro llamamiento en Cristo?”

“Arranquemos, pues, con rapidez ese escándalo y postrémonos ante el Señor, suplicándole con lágrimas sea propicio con nosotros, nos reconcilie consigo y nos restablezca en el sagrado y puro comportamiento de nuestra fraternidad”, escribió.

La fiesta de este cuarto Papa, tercer sucesor de Pedro, se celebra cada 23 de noviembre.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

SANTA CECILIA, 22 NOVIEMBRE


Biografía de Santa Cecilia
22 noviembre 



Durante más de mil años, Santa Cecilia ha sido una de las mártires de la primitiva Iglesia más veneradas por los cristianos. Su nombre figura en el canon de la misa. Las "actas" de la santa afirman que pertenecía a una familia patricia de Roma y que fue educada en él, cristianismo. Solía llevar un vestido de tela muy áspera bajo la túnica propia de su dignidad, ayunaba varios días por semana y había consagrado a Dios su virginidad. Pero su padre, que veía las cosas de un modo diferente, la casó con un joven patricio llamado Valeriano. El día de la celebración del matrimonio, en tanto que los músicos tocaban y los invitados se divertían, Cecilia se sentó en un rincón a cantar a Dios en su corazón y a pedirle que la ayudase. Cuando los jóvenes esposos se retiraron a sus habitaciones, Cecilia, armada de todo su valor, dijo dulcemente a su esposo: "Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio sí me respetas, el ángel te amará como me ama a mí." Valeriano replicó: "Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides." Cecilia le dijo: "Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo verás al ángel." Valeriano accedió y fue a buscar al obispo Urbano, quien se hallaba entre los pobres, cerca de la tercera mojonera de la Vía Apia. Urbano le acogió con gran gozo. Entonces se acercó un anciano que llevaba un documento en el que estaban escritas las siguientes palabras: "Un solo Señor, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo y en nuestros corazones." Urbano preguntó a Valeriano: "¿Crees esto?" Valeriano respondió que sí y Urbano le confirió el bautismo. Cuando Valeriano regresó a donde estaba Cecilia, vio a un ángel de pie junto a ella. El ángel colocó sobre la cabeza de ambos una guirnalda de rosas y lirios. Poco después llegó Tiburcio, el hermano de Valeriano y los jóvenes esposos le ofrecieron una corona inmortal si renunciaba a los falsos dioses. Tiburcio se mostró incrédulo al principio y preguntó: " ¿Quién ha vuelto de más allá de la tumba a hablarnos de esa otra vida?" Cecilia le habló largamente de Jesús. Tiburcio recibió el bautismo, y al punto vio muchas maravillas.

Desde entonces, los dos hermanos se consagraron a la práctica de las buenas obras. Ambos fueron arrestados por haber sepultado los cuerpos de los mártires. Almaquio, el prefecto ante el cual comparecieron, empezó a interrogarlos. Las respuestas de Tiburcio le parecieron, desvaríos de loco. Entonces, volviéndose hacia Valeriano, le dijo que esperaba que le respondería en forma más sensata. Valeriano replicó que tanto él como su hermano estaban bajo cuidado del mismo médico, Jesucristo, el Hijo de Dios, quien les dictaba sus respuestas. En seguida comparó, con cierto detenimiento, los gozos del cielo con los de la tierra; pero Almaquio le ordenó que cesase de disparatar y dijese a la corte si estaba dispuesto a sacrificar a los dioses para obtener la libertad. Tiburcio y Valeriano replicaron juntos: "No, no sacrificaremos a los dioses sino al único Dios, al que diariamente ofrecemos sacrificio." El prefecto les preguntó si su Dios se llamaba Júpiter. Valeriano respondió: "Ciertamente no. Júpiter era un libertino infame, un criminal y un asesino, según lo confiesan vuestros propios escritores."

Valeriano se regocijó al ver que el prefecto los mandaba azotar y hablaron en voz alta a los cristianos presentes: "¡Cristianos romanos, no permitáis que mis sufrimientos os aparten de la verdad! ¡Permaneced fieles al Dios único, y pisotead los ídolos de madera y de piedra que Almaquio adora!" A pesar de aquella perorata, el prefecto tenía aún la intención de concederles un respiro para que reflexionasen; pero uno de sus consejeros le dijo que emplearían el tiempo en distribuir sus posesiones entre los pobres, con lo cual impedirían que el Estado las confiscase. Así pues, fueron condenados a muerte. La ejecución se llevó a cabo en un sitio llamado Pagus Triopius, a seis kilómetros de Roma. Con ellos murió un cortesano llamado Máximo, el cual, viendo la fortaleza de los mártires, se declaró cristiano.

Cecilia sepultó los tres cadáveres. Después fue llamada para que abjurase de la fe. En vez de abjurar, convirtió a los que la inducían a ofrecer sacrificios. El Papa Urbano fue a visitarla en su casa y bautizó ahí a 400 personas, entre las cuales se contaba a Gordiano, un patricio, quien estableció en casa de Cecilia una iglesia que Urbano consagró más tarde a la santa. Durante el juicio, el prefecto Almaquio discutió detenidamente con Cecilia. La actitud de la santa le enfureció, pues ésta se reía de él en su cara y le atrapó con sus propios argumentos. Finalmente, Almaquio la condenó a morir sofocada en el baño de su casa. Pero, por más que los guardias pusieron en el horno una cantidad mayor de leña, Cecilia pasó en el baño un día y una noche sin recibir daño alguno. Entonces, el prefecto envió a un soldado a decapitarla. El verdugo descargó tres veces la espada sobre su cuello y la dejó tirada en el suelo. Cecilia pasó tres días entre la vida y la muerte. En ese tiempo los cristianos acudieron a visitarla en gran número. La santa legó su casa a Urbano y le confió el cuidado de sus servidores. Fue sepultada junto a la cripta pontificia, en la catacumba de San Calixto.

Esta historia tan conocida que los cristianos han repetido con cariño durante muchos siglos, data aproximadamente de fines del siglo V, pero desgraciadamente no podemos considerarla como verídica ni fundada en documentos auténticos. Tenemos que reconocer que lo único que sabemos con certeza sobre San Valeriano y San Tiburcio es que fueron realmente martirizados, que fueron sepultados en el cementerio de Pretextato y que su fiesta se celebraba el 14 de abril. La razón original del culto de Santa Cecilia fue que estaba sepultada en un sitio de honor por haber fundado una iglesia, el "titulus Caeciliae". Por lo demás, no sabemos exactamente cuándo vivió, ya que los especialistas sitúan su martirio entre el año 177 (de Rossi) y la mitad del siglo IV (Kellner).

E1 Papa San Pascual I (817-824) trasladó las presuntas reliquias de Santa Cecilia, junto con las de los santos Tiburcio, Valeriano y Máximo, a la iglesia de Santa Cecilia in Transtévere. (Las reliquias de la santa habían sido descubiertas, gracias a un sueño, no en el cementerio de Calixto, sino en el cementerio de Pretextato). En 1599, el cardenal Sfondrati restauró la iglesia en honor a la Santa en Transtévere y volvió a enterrar las reliquias de los cuatro mártires. Según se dice, el cuerpo de Santa Cecilia estaba incorrupto y entero, por más que el Papa Pascual había separado la cabeza del cuerpo, ya que, entre los años 847 y 855, la cabeza de Santa Cecilia formaba parte de las reliquias de los Cuatro Santos Coronados. Se cuenta que, en 1599, se permitió ver el cuerpo de Santa Cecilia al escultor Maderna, quien esculpió una estatua de tamaño natural, muy real y conmovedora. "No estaba de espaldas como un cadáver en la tumba," dijo más tarde el artista, sino recostada del lado derecho, como si estuviese en la cama, con las piernas un poco encogidas, en la actitud de una persona que duerme." La estatua se halla actualmente en la iglesia de Santa Cecilia, bajo el altar próximo al sitio en el que se había sepultado nuevamente el cuerpo en un féretro de plata. Sobre el pedestal de la estatua puso el escultor la siguiente inscripción: "He aquí a Cecilia, virgen, a quien yo vi incorrupta en el sepulcro. Esculpí para vosotros, en mármol, esta imagen de la santa en la postura en que la vi." De Rossi determinó el sitio en que la santa había estado originalmente sepultada en el cementerio de Calixto, y se colocó en el nicho una réplica de la estatua de Maderna.

Sin embargo, el P. Delehaye y otros autores opinan que no existen pruebas suficientes de que, en 1599, se haya encontrado entero el cuerpo de la santa, en la forma en que lo esculpió Maderna. En efecto, Delehaye y Dom Quentin subrayan las contradicciones que hay en los relatos del descubrimiento, que nos dejaron Baronio y Bosio, contemporáneos de los hechos. Por otra parte, en el período inmediatamente posterior a las persecuciones no se hace mención de ninguna mártir romana llamada, Cecilia. Su nombre no figura en los poemas de Dámaso y Prudencio, ni en los escritos de Jerónimo y Ambrosio, ni en la "Depositio Martyrum" (siglo IV). Finalmente, la iglesia que se llamó más tarde "titulus Sanctae Caeciliae" se llamaba originalmente "títulus Caecilia", es decir, fundada por una dama llamada Cecilia.

Santa Cecilia es muy conocida en la actualidad por ser la patrona de los músicos. Sus "actas" cuentan que, al día de su matrimonio, en tanto que los músicos tocaban, Cecilia cantaba a Dios en su corazón. Al fin de la Edad Media, empezó a representarse a la santa tocando el órgano y cantando.

martes, 21 de noviembre de 2017

NUESTRA SEÑORA DEL QUINCHE, PATRONA DE ECUADOR, 21 NOVIEMBRE


Hoy 21 noviembre es la Fiesta de Nuestra Señora de la Presentación del Quinche



 (ACI).- “María no protagonizó nada, ‘discipuleó’ toda su vida. La primera discípula de su Hijo y tenía consciencia de que todo lo que ella había traído al mundo era pura gratuidad de Dios, consciencia de gratuidad”, afirmó el Papa Francisco en su encuentro con los sacerdotes y religiosos en Ecuador durante su visita al Santuario de Nuestra Señora de la Presentación del Quinche en julio de 2015.

La fiesta de la Virgen del Quinche, Patrona del Ecuador, se celebra el 21 de noviembre y sus devotos la llaman cariñosamente “la Pequeñita”. Algunas tradiciones refieren que a fines del siglo XVI la Virgen María se apareció a unos indios en una cueva y les prometió liberarlos de los osos que devoraban a los niños.

Por otro lado, el artista Don Diego de Robles talló una hermosa escultura de madera de la Virgen María con el niño en brazos y como los que se la habían solicitado no le pagaron, decidió dársela a los indios oyacachis, a cambio de unos tablones de cedro fino para sus trabajos.

Los caciques quedaron asombrados cuando vieron la imagen mariana porque reconocieron en ella los rasgos de la Señora que se les apareció en la cueva. Por quince años la imagen estuvo al cuidado de los indios, hasta que en 1604 el Obispo ordenó que se trasladara al pueblo del Quinche.

La imagen mide 62 centímetros de alto y lleva hermosos ropajes. El rostro del niño Jesús evoca las facciones de los pequeños mestizos del lugar. El color de la Virgen es síntesis del alma del inca y del español. Fue coronada canónicamente en 1943 y su templo actual fue declarado Santuario Nacional en 1985.

En honor de la Virgen del Quinche se han entonado cantos en quechua, castellano, jíbaro y otros dialectos de la región. Muchos de ellos se cantan desde hace varios siglos. En el mes de noviembre, miles de devotos emprenden una caminata hasta el Santuario para agradecerle a la Madre de Dios o pedirle un favor especial.

Quinche proviene del quechua “Quin” que significa sol y “Chi” que quiere decir monte. Antes de la llegada de los españoles en aquella región estaba ubicado uno de los principales templos dedicados al “dios sol”.

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL TEMPLO, 21 NOVIEMBRE


Fiesta de la presentación de la Virgen María en el Templo
21 noviembre 




En la Fiesta de la Presentación de la Virgen María al templo, a los padres se les recuerda su responsabilidad de presentar a sus hijos para el bautismo.

La Presentación de la Bienvaneturada Virgen María en el templo, es una fiesta dedicada en honor a María que destaca la enorme pureza y aceptación de esta tierna niña a los designios de Dios y que debe ser reflejo de nuestra respuesta a los dones que nos ha entregado el Señor. En esta fiesta de la Presentación de la Virgen María en el Templo por San Joaquín y Santa Ana, se nos invita a tomar la decisión de entregar nuestra vida al Señor. A los padres se les recuerda por su solemne responsabilidad de presentar a sus hijos para el bautismo.

Todos tenemos el desafío de llevar la Fiesta de la presentación de la Virgen María a este momento de nuestras vidas y de ese modo seguir participando en el plan que Dios tiene para todo el género humano. En ella recordamos la respuesta de la madre y el padre de María en su decisión de presentarla a el templo por la promesa realizada al Señor. Todos los padres están llamados a imitar su respuesta mediante la presentación de sus hijos en el bautismo.


Origen de la Fiesta de la Presentación de la Virgen María en el Templo

Los orígenes de esta fiesta hay que buscarlos en una piadosa tradición que surge en el escrito apócrifo llamado el Protoevangelio de Santiago.

Según este documento la Virgen María fue llevada a la edad de tres años por sus padres San Joaquín y Santa Ana. Allí, junto a otras doncellas y piadosas mujeres, fue instruida cuidadosamente respecto la fe de sus padres y sobre los deberes para con Dios.

La memoria de la Presentación de la Santísima Virgen María, tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los “misterios” de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia.

En esta Presentación de María se alude también a la presentación de Cristo y de todos nosotros al Padre.

Históricamente, el origen de esta fiesta fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén , en el año 543.

Todo eso se viene conmemorando en Oriente desde el siglo VI, y hasta habla de ello el emperador Miguel Comeno en una Constitución de 1166.


Propagación de la Fiesta

Un gentil hombre francés, canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón en 1372, en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V la impuso a toda la Iglesia.

María, según la promesa hecha por sus padres, fue llevada al templo a los tres años, en compañía de un gran número de niñas hebreas que llevaban antorchas encendidas, con la participación de las autoridades de Jerusalén y entre el canto de los ángeles.

Para subir al templo había quince gradas, que María caminó sola a pesar de ser tan pequeña.


María, sin saberlo, se preparaba para recibir a Dios

Los apócrifos dicen también que en el templo María se nutría con un alimento especial que le llevaban los ángeles, y que ella no vivía con las otras niñas sino en el “Sancta Sanctorum”, al cual tenía acceso el Sumo Sacerdote sólo una vez al año.

La realidad de la presentación de María debió ser mucho más modesta y al mismo tiempo más gloriosa.

Por medio de este servicio a Dios en el templo, María preparó su cuerpo, y sobre todo su alma, para recibir al Hijo de Dios, viviendo en sí misma la palabra de Cristo: “Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican.

Virgen María, la eterna enamorada de Dios

María era una mujer enamorada de Dios. Era una mujer de oración, que tenía una conversación permanente y una comunión íntima con Dios.

Entendiendo y viviendo la vida de oración de María, lograremos vivir una vida de amor rendido al Plan supremo de Dios en nuestra vida

En esta fiesta de la Presentación de María, hagamos la elección de rendirnos al mismo Señor. Así es como podemos llevar esta fiesta a nuestra vida y continuar participando en el plan de Dios para todo el género humano.

Oración a la Virgen María

Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, y que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Ana, respondiste con una obediencia amorosa al llamado de Dios Padre, tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios.

Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor,

Amén

lunes, 20 de noviembre de 2017

SAN ODON, 19 NOVIEMBRE


 San Odón, Abad
19 noviembre
Por Diego López Marina



 (ACI).- San Odón fue un monje francés conocido por ser el segundo abad de Cluny, el más célebre monasterio de su tiempo, y porque tuvo bajo su dirección más de mil monjes en diversos conventos.

El Papa Benedicto XVI lo calificó, en el 2009, como uno de los grandes escritores de la Iglesia de Oriente y de Occidente de la época medieval, debido a que contribuyó inmensamente al resurgimiento del espíritu religioso tras promulgar varias reformas para la vida monástica.

Odón nació cerca del año 880 en el actual territorio de Francia y de niño fue consagrado por su padre a San Martín de Tours, uno de los santos más populares de la época.  

Cuando era adolescente empezó a profundizar en la Regla de San Benito y a observar algunas de sus indicaciones a pesar de que todavía no era monje. Asimismo, lo calificó como "maestro de disciplina espiritual".

Al quedar fascinado por la forma de vida benedictina, dejó Tours (Francia) y entró como monje en la abadía de Baume, para pasar después a la de Cluny, de la que se convirtió en abad en el año 927. Desde ese centro de vida espiritual pudo ejercer una amplia influencia en los monasterios del continente.

Odón insistía muchísimo en que se rezaran con gran fervor los salmos y en que se observara un gran silencio en el monasterio. Y fue formando monjes tan fervorosos que con ellos logró fundar otros 15 monasterios más.  

En su catequesis, el Papa Benedicto XVI, dijo que “San Odón fue un verdadero guía espiritual tanto para los monjes como para los fieles de su tiempo”.

“Ante el ‘gran número de vicios’ difundidos en la sociedad, el remedio que él proponía con decisión era el de un cambio radical de vida, fundado en la humildad, la austeridad, el desapego de las cosas efímeras y la adhesión a las eternas”, expresó.

San Odón murió santamente el 19 de noviembre del año 942.

jueves, 16 de noviembre de 2017

SANTA GERTRUDIS LA GRANDE, 16 NOVIEMBRE


Santa Gertrudis la Grande
(+1301)
Fiesta 16 de Noviembre
Religiosa de clausura, virgen, vidente del Sagrado Corazón,

-SCTJM



Santa Gertrudis la Grande (1256-1301(2)). Religiosa benedictina alemana, de gran cultura filosófica y literaria, que destacó por su don de contemplación. Una de los primeros apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús.

Del su libro de las Insinuaciones de la divina piedad: Tuviste sobre mí designios de paz y no de aflicción

Nació el 6 de enero de 1256 en Eisleben (Turingia). A los cinco años de edad, fue enviada a estudiar al monasterio benedictino de Helfta donde su maestra, Santa Matilde, era su hermana de sangre y abadesa. Las dos santas eran muy unidas en el amor al Señor. Gertrudis era muy atractiva e inteligente.  Con el tiempo tomó el hábito en el mismo convento. Era amiga de Santa Mechtilde of Hackeborn +1298, quien era de la misma comunidad y también tenía una especial devoción al Corazón de Jesús.

Aun antes que Nuestro Señor se apareciera a Santa Margarita María, Santa Gertrudis la Grande tuvo una experiencia mística del Sagrado Corazón de Jesús.

Santa Gertrudis se adelantó a su tiempo en ciertos puntos, como la comunión frecuente, la devoción a San José y la devoción al Sagrado Corazón. Con frecuencia hablaba del Sagrado Corazón con Santa Matilde y se cuenta que en dos visiones diferentes reclino la cabeza sobre el pecho del Señor y oyó los latidos de su corazón.

Murió el 17 de Noviembre del 1301

Se discute si Santa Gertrudis fue benedictina o cisterciense ya que ambas órdenes reclaman la pertenencia de su convento en aquella época y ambas veneran a Santa Gertrudis.


REVELACIONES DE SANTA GERTRUDIS

Alrededor de sus veintiséis años, Santa Gertrudis tuvo la primera de sus revelaciones. Cuando iba a acostarse, le pareció ver al Señor en forma de joven.

"Aunque sabía yo que me hallaba en el dormitorio, me parecía que me encontraba en el rincón del coro donde solía hacer mis tibias oraciones y oí estas palabras `yo te salvaré y te libraré. No Temas.` Cuando el Señor dijo esto, extendió su mano fina y delicada hasta tocar la mía, como para confirmar su promesa y prosiguió: `Has mordido el polvo con mis enemigos y has tratado de extraer miel de las espinas. Vuélvete ahora a Mí, y mis delicias divinas serán para ti como vino.`" Entonces se interpuso un seto de espinos entre los dos. Pero Gertrudis se sintió como arrebatada por los aires y se encontró al lado del Señor: "Entonces vi en la mano que poco antes se me había dado como prenda, las joyas radiantes que anularon la pena de muerte que se cernía sobre nosotros."

Tal fue la experiencia de Gertrudis que podría llamarse su "conversión", a pesar de que se trataba del alma más pura e inocente. A partir de entonces, se entregó con plena conciencia y toda deliberación a la conquista de la perfección y de la unión con Dios. Hasta entonces, los estudios profanos habían sido sus delicias; en adelante, se dedicó a estudiar la Biblia y los escritos de los Padres, sobre todo de San Agustín y de San Bernardo, quien había muerto no hacía mucho tiempo. En otras palabras, del estudio de la gramática pasó al de la teología"; y sus escritos muestran claramente la influencia de la liturgia y de sus lecturas privadas.

Comentarios sobre la muerte

Exteriormente, la vida de Santa Gertrudis fue como la de tantas otras contemplativas, es decir, poco pintoresca. Sabemos que solía copiar pasajes de la Sagrada Escritura y componer pequeños comentarios para sus hermanas en religión, y que se distinguía por su caridad para con los difuntos y por su libertad de espíritu. El mejor ejemplo de esto último es su reacción ante las muertes súbitas e inesperadas. "Deseo con toda el alma tener el consuelo de recibir los últimos sacramentos, que dan la salud; sin embargo, la mejor preparación para la muerte es tener presente que Dios escoge la hora. Estoy absolutamente cierta de que, ya sea que tenga una muerte súbita o prevista, no me faltará la misericordia del Señor, sin la cual no podría salvarme en ninguno de los dos casos."

Continúa la presencia del Señor y las revelaciones

Después de la primera revelación, Gertrudis siguió viendo al Señor "veladamente", a la hora de la comunión, hasta la víspera de la Anunciación. Ese día, el Señor la visitó en la capilla durante los oficios de la mañana y, "desde entonces, me concedió un conocimiento más claro de El, de suerte que empecé a corregirme de mis faltas mucho más por la dulzura de Su amor que por temor de su justa cólera". Los cinco libros del "Heraldo de la a bondad de Dios" (Comúnmente llamados "Revelaciones de Santa Gertrudis"), de los que la santa sólo escribió el segundo, contienen una serie de visiones, comunicaciones y experiencias místicas, que han sido ratificadas por muchos místicos y teólogos distinguidos.

La santa habla de un rayo de luz, como una flecha, que procedía de la herida del costado de un crucifijo. Cuenta también que su alma, derretida como la cera, se aplicó al pecho del Señor como para recibir la impresión de un sello y alude a un matrimonio espiritual en que su alma fue como absorbida por el corazón de Jesús. Pero "la adversidad es el anillo espiritual que sella los esponsales con Dios".

Recuesta la cabeza en el costado de Jesús

En la fiesta de San Juan Evangelista, Santa Gertrudis tuvo una visión de Nuestro Señor, quién le permitió descansar su cabeza en la Llaga de Su costado.  Al escuchar el palpitar de Su Corazón, ella se tornó hacia San Juan, quién estaba también presente. Le preguntó si había escuchado lo mismo en la Ultima Cena, cuando se reclinó sobre el pecho del Señor y de haberlo escuchado, por qué no lo relató en su Evangelio. San Juan contestó que la revelación del Sagrado Corazón de Jesús estaba reservada para tiempos posteriores cuando el mundo, aumentando en frialdad, necesitaría ser reavivado en el amor. 

Escritos

A la santa se le atribuyen cinco libros que componen el "Heraldo de la amorosa bondad de Dios" (Comúnmente llamados "Revelaciones de Santa Gertrudis"). El primero fue escrito por amigos íntimos de la santa después de su muerte, el segundo fue escrito por la santa y los restantes fueron compuestos bajo su dirección.

Sus escritos relatan visiones, comunicaciones y experiencias místicas.  Habla de un rayo de luz, como una flecha, que procedía de la herida del costado de un crucifijo. Cuenta también que su alma, derretida como la cera, se aplicó al pecho del Señor como para recibir la impresión de un sello y alude a un matrimonio espiritual en el que su alma fue como absorbida por el corazón de Jesús. Enseña al mismo tiempo que "la adversidad es le anillo espiritual que sella los esponsales con Dios".

Se le atribuyen además ciertas oraciones del siglo XVII  aunque no son de ella.

Final

Santa Gertrudis sufrió diez años de penosas enfermedades y murió el 17 de Noviembre de 1301 o 1302. Tenía alrededor de los cuarenta y cinco años.

Ni Santa Gertrudis ni su hermana fueron canonizadas formalmente, pero Inocencio XI introdujo el nombre de Gertrudis en el Martirologio Romano en 1677. Clemente XII   ordenó que se celebrase su fiesta en toda la Iglesia de occidente. 
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