martes, 13 de marzo de 2018

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 13 MARZO 2018


Lecturas de hoy Martes de la 4ª semana de Cuaresma
 Hoy, martes, 13 de marzo de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (47,1-9.12):

EN aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo del Señor.
De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este —el templo miraba al este—. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho.
El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia el este, midió quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta las rodillas. Midió todavía otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta la cintura. Midió otros quinientos metros: era ya un torrente que no se podía vadear, sino cruzar a nado.
Entonces me dijo:
«¿Has visto, hijo de hombre?»,
Después me condujo por la ribera del torrente.
Al volver vi en ambas riberas del torrente una gran arboleda. Me dijo:
«Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de la Sal, Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el torrente.
En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 45,2-3.5-6.8-9

R/. El Señor de los ejércitos está con nosotros, 
nuestro alcázar es el Dios de Jacob

V/. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. R/.

V/. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. R/.

V/. El Señor del universo está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (5,1-16):

SE celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy martes, 13 de marzo de 2018
 Eguione Nogueira, cmf


¡Hermanas y hermanos! ¡Paz y bien!

El encuentro de Jesús con el paralítico en el Templo nos hace pensar en el encuentro de Jesús con cada uno de nosotros cuando nos reunimos por su amor: es un encuentro que puede sanar nuestras heridas, restaurar nuestras vidas y nos llevar a anunciar su compasión.

En la escena del Evangelio de Juan, el paralítico está al margen de la vida, no puede contar con nadie que se solidarice con su dolor. Más que el milagro, es importante fijarnos en el diálogo que Jesús sostiene con aquel hombre: es Jesús quien se acerca a él, la iniciativa es suya, y le pregunta se quiere ser sanado. 
Podríamos pensar que esa no es una pregunta muy inteligente que alguien puede hacer a quien padece una enfermedad. Es evidente que la sanación era el anhelo más profundo de su corazón. Pero en esta pregunta ya está la sanación: Jesús no solo se interesa en recuperar la salud de los enfermos, sino en dialogar con ellos, dejándoles que expresen sus sentimientos, frustraciones, inquietudes y deseos. No impone su voluntad sobre el paralítico, le deja libre para decir y elegir lo que quiere. Con eso, antes de sanarle físicamente, Jesús le concede la dignidad y la libertad.

Al explicar su situación de marginación y abandono, “no tengo a nadie”, el paralítico abre su corazón a Jesús. En ese breve diálogo podemos contemplar la compasión de Jesús hecha palabra eficaz: “Levántate, toma tu camilla y camina”. Con estas palabras Jesús le estaba extendiendo la mano, siendo solidario con su sufrimiento y señalando un camino, una salida, un cambio en su vida. Le regaló la dignidad perdida por la enfermedad y el abandono.

En la cura del paralítico, la imagen de Dios que Jesús manifiesta, y que se refiere a un Dios activo, no puede ser paralizada por el sábado, es decir, ninguna institución, aún la más religiosa, puede impedir la acción salvífica de Dios. Nosotros somos invitados a proporcionar a los que sufren momentos de dialogo, de empatía y solidaridad.  Podemos ser, como aquella bella imagen del profeta Ezequiel, templos de vida para los demás. Eso es lo que Jesús nos invita a hacer con nuestros templos, sean ellos comunitarios o interiores: fuentes de vida para las personas, no de exclusión y marginación.

Vuestro hermano en la fe,
Eguione Nogueira, cmf
eguionecmf@gmail.com

PAPA FRANCISCO: 5 AÑOS, 5 GRANDES Y PEQUEÑOS GESTOS

Francisco: 5 años, 5 grandes (y pequeños) gestos
El Papa Franciscofue elegido el 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI al pontificado


Por: n/a | Fuente: Rome Reports 



De un Papa dicen mucho sus grandes escritos y homilías. También dice mucho qué ha hecho en la esfera internacional y dentro del Vaticano, como Francisco, con la reforma de la Curia.
Sin embargo también detrás de sus gestos transmite un mensaje más directo que el de una encíclica. En el caso de Francisco esta “encíclica” de los gestos es la más rica que ha hecho.
1.- LOS ÚLTIMOS
Desde el primer minuto de su pontificado dejó claro que no hay encuentro público en el que no tengan un lugar prioritario los enfermos o los pobres. Con ellos ha almorzado en varias ocasiones. Y algunos de sus abrazos a enfermos se han vuelto virales. 
2.- MUJER
Francisco fue el primer Papa que visita una cárcel femenina. También lavó los pies a varias reclusas en un Jueves Santo y visitó a exprostitutas víctimas de las mafias. Sus denuncias contra los maltratos y la explotación laboral y sexual han sido enérgicas. 
FRANCISCO
“Hoy os pido perdón a todas vosotras. Por todos los cristianos, los católicos, que han abusado de vosotras”.
FRANCISCO
“Ninguno de nosotros es cosa. Todos somos personas”.
Para él la sensibilidad de la mujer y la maternidad son dos elementos clave que pide redescubrir tanto a la Iglesia como al mundo. Dice que hay que darle un mayor protagonismo pero que en la Iglesia esto no significa ordenarlas sacerdotisas. 
3.- ABATIR MUROS, CONSTRUIR PUENTES
Este es el gesto más político, pero es un gesto al fin y al cabo, y muy elocuente. En su visita a Belén el Papa sorprendió bajándose del papamóvil y rezando ante el muro construido por Israel.
Algo similar hizo en México cuando rezó en la frontera ante Estados Unidos. Se trata de dos lugares con problemáticas distintas pero que simbolizan el gran problema de la falta de diálogo que tanto pide el pontífice. 
4.- SENCILLEZ
Dicen el modo de presentarse dice mucho de una persona y Francisco impactó por su sencillez: se presentó al mundo sin triunfalismos y sin ocultar sus problemas de edad. Lleva zapatos ortopédicos y tuvo que comprar unos nuevos en 2016. Para hacerlo se fue a un negocio normal fuera del Vaticano. Lo mismo sus gafas, que fue a renovar en persona, como cualquier ciudadano, a un óptico del centro de Roma.
5.- CERCANÍA
Este es un gran gesto compuesto de centenares de gestos pequeños. Son los que realiza cada semana, cuando deja a los jóvenes hacerse un selfie con él, cuando bebe mate o cuando bromea con quienes se encuentra. 
Son los pequeños pero continuos gestos cotidianos y que lo coronan como uno de las personas mejor valoradas en el mundo.
La última encuesta realizada por Gallup International muestra que Francisco es el líder mundial más estimado, con un 56% de aceptación, siete puntos más que el segundo en la clasificación: la canciller alemana Ángela Merkel.

FELIZ MARTES




lunes, 12 de marzo de 2018

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 12 DE MARZO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 4ª semana de Cuaresma
 Hoy, lunes, 12 de marzo de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (65,17-21):

ESTO dice el Señor:
«Mirad: voy a crear un nuevo cielo
y una nueva tierra:
de las cosas pasadas
ni habrá recuerdo ni vendrá pensamiento.
Regocijaos, alegraos por siempre
por lo que voy a crear:
yo creo a Jerusalén “alegría”,
y a su pueblo, “júbilo”.
Me alegraré por Jerusalén
y me regocijaré con mi pueblo,
ya no se oirá en ella ni llanto ni gemido;
ya no habrá allí niño
que dure pocos días,
ni adulto que no colme sus años,
pues será joven quien muera a los cien años,
y quien no los alcance se tendrá por maldito.
Construirán casas y las habitarán,
plantarán viñas y comerán los frutos».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 29,2.4.5-6.11-12a.13b

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

V/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

V/. Tañed para el Señor, fieles suyos,
celebrad el recuerdo de su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.

V/. Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.



Lectura del santo evangelio según san Juan (4,43-54):

EN aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy lunes, 12 de marzo de 2018
 Eguione Nogueira, cmf



¡Hermanas y hermanos! ¡Paz y bien!

“Te ensalzaré, Señor, porque me has librado” (Sal 29)

En el salmo que rezamos en la liturgia de hoy, vida y muerte, llanto y gozo, estabilidad y caída se reiteran. Sabemos, por doquier, que nuestra vida es campo de batalla entre estas antípodas, entre la muerte y la vida, entre la felicidad y la tristeza, entre el bien y el mal. En un instante nuestra existencia puede pasar del llanto a la risa, de la oscuridad a la luz, del descenso al ascenso, sin que tengamos el control de ella. Es en esta encrucijada donde la confianza del creyente emerge con fuerza, pues si “por la tarde” nos visitan las lágrimas, podemos esperar gritos de júbilo “por la mañana”. A los ojos de la fe ningún mal es invencible, ninguna enfermedad es incurable, ninguna noche es eterna.

La experiencia del poeta le permite afirmar que Dios es capaz de cambiar en danza el lamento, en vestido de fiesta el sayal. ¿No es esta también nuestra experiencia? La vida de dolor, de sufrimiento, incluso de muerte, es capaz de encontrar en Dios la fuerza necesaria para seguir adelante.

Esta fue también la experiencia del Evangelio de hoy, de aquel funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo. En medio de su impotencia ante la enfermedad “se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a él y le rogaba que bajase”. Hay dos movimientos: Jesús viene al encuentro de su pueblo en la figura de aquel padre, el padre va al encuentro de Jesús. En su encuentro con Jesús un acto de fe suena con toda fuerza: la súplica para que Jesús bajase a curar a su hijo. Sin embargo, Jesús no baja al lugar del enfermo; simplemente le comunica al padre que su hijo vive. El padre no necesitó signos extraordinarios. Le bastó la palabra y la fe. Se fio de la palabra de Jesús, se dejó guiar por su fe y, al regresar a su casa, encontró a su hijo vivo.

Podemos decir que fue la experiencia de dolor que le permitió a aquel padre hacer una verdadera experiencia de salvación/sanación. Encontró al Salvador en el sufrimiento. También nosotros, cuando la vida parece llevarnos “a la fosa” (Sl 19,4), miramos al Señor que baja a nuestro encuentro y le decimos “¡Escucha, Yahvé, ten piedad de mí! ¡Sé tú, Yahvé, mi auxilio!”. Con eso, hacemos nuestra la experiencia del salmista y actualizamos aquel encuentro entre la palabra suplicante y la Palabra que da la vida.

Vuestro hermano en la fe,
Eguione Nogueira, cmf
eguionecmf@gmail.com

SANTORAL DE HOY LUNES 12 MARZO 2018

Justina Francucci Bezzoli, BeataJustina Francucci Bezzoli, Beata
Reclusa, 12 de marzo
Gregorio I el Magno, SantoGregorio I el Magno, Santo
LXIV Papa, 12 de marzo
Pedro, Doroteo y Gorgonio, SantosPedro, Doroteo y Gorgonio, Santos
Mártires, 12 de marzo
Maximiliano de Tébessa, SantoMaximiliano de Tébessa, Santo
Mártir, 12 de marzo
Pablo Aureliano de León, SantoPablo Aureliano de León, Santo
Obispo, 12 de marzo
Jerónimo de Recanati, BeatoJerónimo de Recanati, Beato
Sacerdote, 12 de marzo
Ángela (Aniela) Salawa, BeataÁngela (Aniela) Salawa, Beata
Virgen Seglar, 12 de marzo
Luis Orione, SantoLuis Orione, Santo
Sacerdote y Fundador, 12 de marzo
José Tshang-Dapeng, SantoJosé Tshang-Dapeng, Santo
Mártir, 12 de marzo

FELIZ LUNES







sábado, 10 de marzo de 2018

LECTURAS BÍBLICAS Y MEDITACIÓN DEL IV DOMINGO DE CUARESMA, 11 MARZO 2018

Lecturas del Domingo 4º de Cuaresma - Ciclo B
Domingo, 11 de marzo de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de las Crónicas (36,14-16.19-23):

En aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles, y mancharon la casa del Señor, que él se había construido en Jerusalén. El Señor, Dios de sus padres, les envió desde el principio avisos por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que subió la ira del Señor contra su pueblo a tal punto que ya no hubo remedio. Los caldeos incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén; pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. Y a los que escaparon de la espada los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías: «Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.»
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor, por boca de Jeremías, movió el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así habla Ciro, rey de Persia:
"El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él, y suba!"»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 136,1-2.3.4.5.6

R/. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti

Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas 
colgábamos nuestras cítaras. R/.

Allí los que nos deportaron 
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos: 
«Cantadnos un cantar de Sión.» R/.

¡Cómo cantar un cántico del Señor 
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha. R/.

Que se me pegue la lengua al paladar 
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén 
en la cumbre de mis alegrías. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,4-10):

Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvados–, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.

Palabra de Dios


Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio del domingo, 11 de marzo de 2018
Imprimir Fernando Torres cmf


Dios nos ama sin medida

      La Cuaresma avanza y es tiempo de irse centrando en lo que es más importante y fundamental. ¿En nuestros pecados? No. Más bien en el amor de Dios. Ahí está la clave del asunto, el centro de la vida cristiana. Y, por supuesto, la energía que dinamiza los domingos de Cuaresma según nos acercamos a la celebración de la Pascua. 

      Tanto la segunda lectura como el Evangelio centran el punto con claridad. En el Evangelio, Jesús habla con Nicodemo –cualquiera de nosotros, un discípulo atento– y le dice una frase que todos nos deberíamos guardar anotada en un papel en la cartera o en el bolso y, más importante, en el corazón: “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único”. El de Dios es un amor loco, sin medida. Si nos pidiera consejo, cualquiera de nosotros le invitaría a ser más prudente en su forma de amar. Y le recordaríamos aquello de que “en el medio está la virtud”. Posiblemente Dios nos contestaría que no hemos entendido lo que es el amor. Y nos invitaría a leer el famoso capítulo 13 de la primera carta de san Pablo a los Corintios –que no estaría de más que leyésemos de nuevo, por supuesto–. 

      La segunda lectura es de Pablo, su carta a los Efesios y comienza de una forma que no deja en sus oyentes ninguna duda sobre la forma de ser Dios y su relación con nosotros: “Dios, que es rico en misericordia y nos tiene un inmenso amor...” Con eso ya bastaría para hacernos repensar un poco la forma tan miserable que tenemos a veces de vivir nuestra fe y nuestra relación con Dios. Pero es que Pablo afirma además que “aunque estábamos muertos por nuestros pecados, nos volvió a la vida junto con Cristo”. 

      La primera lectura cuenta la vuelta a casa de los deportados en Babilonia. Aquel destierro fue consecuencia del pecado del pueblo. Pero su liberación no fue causada porque los deportados se hubiesen convertido sino por puro amor de Dios que inspira a Ciro para que ejecute la liberación. 

      No hay mucho más que decir. Simplemente rumiar muchas veces esas frases, acogerlas en nuestro corazón y dejar que ellas nos vayan quitando de la cabeza las muchas ideas preconcebidas que tenemos sobre un Dios castigador, que está atento a nuestros más pequeños fallos para castigarnos, que nos mira con desconfianza, que no cree en nosotros, etc. En nuestras manos está rechazar el amor y la vida que Dios nos regala en Jesús. Lo podemos hacer pero seríamos tontos si lo hiciéramos. Porque Dios no nos pide nada a cambio. Nos regala el amor para que lo vivamos y lo compartamos sin medida. ¿Qué más se puede pedir? Cuaresma es levantar la mirada, reconocer el amor con que Dios nos ama y darnos cuenta de que seguirle a él es lo mejor que podemos hacer con nuestra vida.



Para la reflexión

      ¿Le doy las gracias a Dios por el amor inmenso con que me ama y la misericordia que derrocha sobre nosotros? ¿Cómo comparto ese amor y esa misericordia? Trata de ser concreto y expresar alguna forma concreta de compartir ese amor con los demás. 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...